Soy kinesiólogo trabajando desde diciembre en Nyabondo y me toca nuevamente intentar trasmitirles la experiencia que estoy viviendo en “la capital de África”.
Llevo casi 4 meses desde que llegué y la experiencia, como en todo lugar, ha sido de “dulce y agraz”, donde lo positivo, por el contexto, lo disfrutas de una manera muy especial y lo negativo que vives o te toca ver, ha sido un aprendizaje gigante y creo es uno de los mayores impactos que genera en cada voluntario que ha logrado participar en terreno.
Si algún día tienes la oportunidad de venir, te darás cuenta de que Kenia no es solo presenciar pobreza (tópico que siempre dije que no me afectaría y hasta ahora ha sido así), pero un lugar como este, siempre encuentra la forma de incomodarte, siempre va a encontrar la forma de cuestionarte muchos temas en tu periodo de adaptación al menos, en mi lugar y sabiendo que en Chile también ocurre, fue la corrupción lo que más me afectó, ya que la puedes ver en muchos niveles de la sociedad y lo dañino que es.
Sin ahondar en esos aspectos negativos, hoy en día, sigue siendo la riqueza cultural lo cautivante de este viaje, sus lugares, su gente y su comida, que me han dado momentos que no olvidaré jamás y la energía para continuar. Muchos pacientes, te demuestran afecto, anécdotas, risas o sonrisas y alguna forma de agradecimiento.
Justo esta semana, ha sido bastante especial, he compartido con gente que me ha abierto un poco más mi mundo, fui a un safari e incluso recibí una invitación de la familia de un paciente a su casa, siendo esta experiencia una mezcla de sensaciones, por un lado, ir a un lugar desconocido con gente que no había visto antes, donde te abrieron las puertas, nos recibieron con una cena, escuchar sus palabras de agradecimiento, extendiendo otra invitación antes de que deje Kenia, por solo hacer tu trabajo, resultó siendo un hermoso momento.
Por otro lado, compartir e intentar ayudar en la escuela St. Martin De Porres, es un desafío, pero uno lindo, aquí puedes ver niños con discapacidades físico/ cognitivas, donde seguro no realizarás grandes cambios por el corto tiempo que estaré, pero recibir tanto cariño de parte de la institución y los estudiantes hacia ti y ver el apoyo que tienen unos a otros, en una sociedad donde no siempre reciben apoyo, incluso de sus propias familias, sin embargo, no se les borra la sonrisa.
No sé si sea capaz de medir algún día el cambio que ha generado esta experiencia en mí, sin duda interactuar con la gente local era mi principal objetivo, aprender de ellos y sus historias y dar a cambio una parte de mi experiencia laboral y personal. Ver que sin duda lo he logrado me genera felicidad, pero también intentar entenderlos puede generar un gran esfuerzo mental e incluso me sobrepasó en algún momento, donde entendí que debes cuidarte y ojalá tener una fuerte red que te apoye. No todo es bonito si solo piensas que será ver animales o atardeceres, no es turismo, África puede ser más que eso, para bien y para mal, pero te podrás dar cuenta que al final del camino el saldo será positivo personalmente y quizás lo valore más con el paso del tiempo.
José Leyton E.
Kinesiólogo
Voluntario