Ya son dos meses en Dilla – Etiopía. Todos los días es algo nuevo, algo que me sorprende, ya sea por animales/insectos que veo en medio de los bellos paisajes que tiene este lugar, por las costumbres/ritos, por ejemplo, la celebración del año nuevo 2016; tienen un calendario de 13 meses, la horas son distintas, sus fiestas son religiosas sin hablar de alguna creencia en específico, cantan, bailan, tocan instrumentos de percusión, donde te dan muchas ganas de mover el cuerpo, las personas han sido muy amables conmigo, siempre que necesitas ayuda están, me cuidan cuando vamos a comprar o simplemente cuando salimos a caminar por el sector.
Pero lo que más me ha hecho feliz, y de lo que me he aferrado en su 100%, ya que las emociones de extrañar a quienes amo a veces juegan un poquito en contra, son los niños y niñas con los que comparto casi todos los días, en clases y fuera de ellas, ya que también han querido aprender de mis actividades que hago en Chile y una de ellas es la Capoeira.
Son seres muy sencillos, que con un papel y un lápiz logras hacer muy felices, son motivadísimos a querer saber muchas cosas, pero también con un nivel de conocimientos muy bajo, el que hemos potenciado y visto grandes avances dentro de estos 2 meses. Aman que les saques fotos y los grabes. Siempre me abrazan y me llenan de besos.
Los días que no hay clases también vienen a visitarme y me piden que hagamos capoeira o que les haga matemáticas o inglés. Me llenan el corazón y permiten que el extrañar no se haga tan duro.
Es un lugar muy diferente a Chile, en todo ámbito, hay cosas que me gustan y me nutren como mujer, pero también hay cosas que me hacen cuestionarme por qué suceden y confiar en que algún día cambiarán.
Estoy agradecida de poder estar viviendo esta experiencia.
Ma. Carolina Reyes Escudero
Voluntaria Africa Dream
Etiopía
