¿Qué entendemos por compromiso?, existen muchas definiciones y todas coinciden en que es una elección que comienza por uno mismo y afecta a los demás, se expresa en acciones concretas y necesita un contexto que lo facilite.
El compromiso social, entendido dentro de una necesidad colectiva, busca mejorar el bienestar de las personas, así como el entorno que los rodea, incluyendo habilidades, valores y actitudes que promuevan la responsabilidad, tolerancia, respeto a la diversidad, al medio ambiente, a la participación, todo dentro de una perspectiva intercultural, sobre todo cuando hablamos de asumir un compromiso en un continente tan distante y distinto al nuestro.
Al comprometernos en una situación de voluntariado, estamos desarrollando una búsqueda intrínseca del bienestar general por sobre el individual, es decir decidimos en forma racional un compromiso emocional pues pongo mi propia identidad social al servicio de la comunidad, mostrando un sentido de pertenencia a una sociedad distinta a la que estoy habituado y es por eso por lo que debo conocerla, respetarla, entenderla y tratar de insertarme lo mejor posible, sin perder mi esencia. Este compromiso social que se torna mi nueva realidad pasa a definir mi proceso de toma de decisiones, mis comportamientos, formas de pensar e incluso influye significativamente en la revisión de mis propios valores personales.
Desde el compromiso social podré visualizar diferencias y al mismo tiempo reconocer aquellos aspectos que conforman esta sociedad distinta, aquellos aspectos que los identifican, para lo cual debo desarrollar mi empatía, reconocimiento y solidaridad con otros, pues puedo mostrar otras alternativas (tal vez las más válidas desde mi vivencia personal) pensando en un sentido comunitario que nos haga crecer como grupo. El hacerlo real implica una mayor solidaridad pues muestra una intención de hacer un cambio con un impacto real y significativo.
Catty Aliaga
Directora
Africa Dream
