Mi experiencia como médico en Nyabondo, Kenia

19 de Marzo de 2025

Es difícil poner en palabras lo que significó este voluntariado para mi, sin embargo, con seguridad puedo decir que ha sido una de las experiencias más profundas y transformadoras de mi vida. África me cautivó, no solo por su gente genuina y su alegría contagiosa, sino porque me mostró una forma de vivir y de ejercer la medicina completamente distinta a la que conocía. Trabajar con recursos limitados, hizo que la medicina allá, aunque muchas veces fue cruda para mi, me llevara a replantearme lo esencial. Vi en las personas tanta fuerza, tanta resiliencia, tanta entrega y fortaleza inquebrantables…

Es fuerte ver el contraste con Chile, en donde la tecnología y el acceso son mayores, sin embargo, cuántas veces falta esa humanidad tan presente en África. Al final, dos mundos distintos, que se necesitan mutuamente. Si pudiéramos complementarnos … cuánto mejor sería este planeta.

Me tocó ver hacer mucho con poco, y también aprender de la tolerancia a la frustración, porque África funciona a un ritmo mucho más pausado, un ritmo al que yo en lo personal, (y creo nuestra cultura en general), no está acostumbrada.

Y a los pocos días, en vez de intentar “esforzarme” por ser paciente y por “bajar cambios”, sin darme cuenta, al conocer más de cerca la cultura, y de esta manera valorarla y respetarla, me fui haciendo parte de este nuevo ritmo…y le tomé el gusto.

Así fui aprendiendo que no estaba ahí para cambiar la cultura, sino para ser parte de ella, desde la arista que fuera…tampoco estaba ahí sólo para ser médico, sino que estaba ahí en la totalidad de mi persona.

Este viaje fue para mí un reencuentro con lo esencial del ser humano. La hospitalidad, el sentido de comunidad, la gran cooperación entre las personas, la capacidad de superar las dificultades con fuerza y esperanza, sin frenarse por las limitaciones externas, son cosas que vi en la cultura africana que me conmovieron mucho.
No tenía expectativas antes de partir, solo la intención de vivir la experiencia con el corazón abierto.

Hoy sé que lo vivido en Kenia me cambió, me enriqueció y me brindó herramientas que, estoy segura, también podré transmitir a mis tres hijos, mis mayores tesoros y el motor de mi vida. Quiero enseñarles a ser más humanos, conscientes y empáticos, ayudándolos, aunque sea un poco, a enfrentarse al mundo con curiosidad y una actitud positiva. Que aprendan a contribuir con solidaridad, a valorar y respetar otras culturas, adaptándose con flexibilidad a los distintos escenarios que la vida les presente o que ellos mismos elijan. Y, sobre todo, a que se movilicen con garra, pero siempre con el corazón.

María José Mackenna
Medico Nutrióloga
Voluntaria Africa Dream

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