Aunque la vida la marca el nacimiento, de ahí en adelante los cuidados que nos
dan, la protección, la atención, son parte de otros, sin embargo, llega un momento
de quiebre, donde cada uno toma autoconciencia como un ser individual, en
pensamientos, sentimientos, ideas, valores y convicciones y en este despertar
comienza la vida también.
La vida también comienza en la edad escolar, cuando se desafía a la persona a
entrar en relaciones fuera de su círculo protegido, se pasa a la educación superior
y en muchas ocasiones esta se marca con quienes posiblemente interactuaremos
más, ya que nos conecta por nuestro oficio o profesión, en ambas etapas se crean
amistades, una vida de filiación a otros y no solo de consanguinidad.
La vida comienza cada vez que asumo un nuevo desafío laboral, un
emprendimiento o una desvinculación, pues cada una de estas etapas me invita a
reinventarme, a reconocerme y de alguna forma a autoevaluarme, pues son
tránsitos por los que todos pasamos.
La vida también comienza en etapas de compromiso o de alejamiento ya sea de
amistades, compañeros laborales, amorosas o el inicio de un viaje. Viajes que
puede ser de placer o viaje que puede ser de ayuda.
La vida comienza en aquellos que deciden por una experiencia de vida
(voluntariado), creen y confían que esta experiencia les permitirá descubrir cada
día una nueva forma de estar, una cosmovisión y realidad cultural que nos permite
ver y a la vez asumir nuevas formas de ser en el mundo.
La vida comienza muchas veces y un voluntariado en África, definitivamente te
invita a comenzar la vida….
Rodrigo Mercado C.
Director ejecutivo